Por: Gabriela Muller
“Entre el sábado y el domingo me leo Platero y yo. Me gusta mucho, pero mas me sigue gustando Tom Sawyer.
Ahora no me gusta Platero y yo , porque tengo que buscar todos los sustantivos y separar los concretos de los abstractos.Como hay tantos, me voy quedando dormida sobre la mesa y mi mama y mi papá quieren ayudarme.”

Cabal, Graciela.”Secretos de familia”


Gracielita es una niña pequeña que ama leer; un personaje que bien podría representar a muchos de nosotros o a nuestros estudiantes.Sin embargo, de repente su opinión sobre un libro cambia.
Nos preguntamos: ¿ Qué hace que un libro que nos ha gustado tanto pase a convertirse en una tortura escolar? ¿Qué reflexión podríamos hacer en relación con la enseñanza de la literatura en las escuelas ?
Siguiendo el pensamiento de Maria Fernanda Ampuero: “Se ha dicho hasta el cansancio que en los orígenes, la literatura infantil era sierva de la pedagogía y de la didáctica.”1 Esta escritora ecuatoriana destaca la importancia de construir lectores críticos y apasionados como una tarea colectiva que involucra al Estado, educadores, bibliotecarios y editores.
Enfatiza que un buen libro trasciende por su capacidad de revelar aspectos profundos de la condición humana y resistir la homogeneidad cultural.Además descree de la literatura ”infantil” o “juvenil” , escindida de la literatura definida para “ adultos”, entendiendo que un libro de calidad es para todas las edades: “ Lo que puede haber de “para niños” o “para jóvenes” en una obra debe ser secundario y venir por añadidura, porque el hueso de un texto capaz de gustar a lectores niños o jóvenes no proviene tanto de su adaptabilidad a un destinatario sino sobre todo de su calidad, y porque cuando hablamos de escritura de cualquier tema o género, el sustantivo es siempre más importante que el adjetivo”.
Volviendo al personaje de Gracielita tan magistralmente retratado por Graciela Cabal…¿cuántas Gracielitas hemos creado los docentes al diseccionar textos maravillosos en busca de sustantivos, adjetivos y verbos?
¿Cuántas Gracielitas se habrán desilusionado con textos “fabricados “ para ellas sin ningún tipo de contenido literario real? ¿Cuántas veces las hemos subestimado? Será que nos hemos olvidado de las palabras de Delia Lerner, quien afirmaba que para aprender a leer textos “difíciles” es necesario “ formular como contenidos de la enseñanza no sólo los saberes lingüísticos sino también los quehaceres del lector y del escritor: hacer anticipaciones sobre el sentido del texto que se está leyendo e intentar verificarlas recurriendo a la información visual, discutir diversas interpretaciones acerca de un mismo material, comentar lo que se ha leído y compararlo con otras obras del mismo o de otros autores, recomendar libros, contrastar información proveniente de diversas fuentes sobre un tema de interés, seguir a un autor predilecto, compartir la lectura con otros, atreverse a leer textos difíciles..”2


1 “Hacia una literatura sin adjetivos”.Ampuero Maria Fernanda
2“ Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario.” Lerner, Delia

¿Cómo podemos, entonces, acercar la literatura a todas las “Gracielitas” que aman leer y a quienes muchas veces se las aleja de ello por no utilizar las estrategias adecuadas? Además de una reflexión sincera acerca de nuestras prácticas habituales, aquí van una serie de sugerencias viables que pueden guiarnos en ese sentido:
Propuestas didácticas para mejorar la enseñanza de la literatura

  1. Fomentar la lectura por placer antes que el análisis gramatical o semántico. Permitir que los y las estudiantes lean textos literarios completos sin interrupciones para análisis gramaticales o lingüísticos durante la primera aproximación. La prioridad debe ser la experiencia emocional y estética que ofrece el texto. Posteriormente, los análisis técnicos pueden ser planteados de manera
    contextualizada y en diálogo con los intereses que hayan surgido.O tal vez no.
  2. Seleccionar textos literarios de alta calidad, sin limitarse a categorías de edad Promover la lectura de textos universales que desafíen intelectualmente a los estudiantes, independientemente de si son etiquetados como “para niños”, “para jóvenes” o “para adultos”. Obras de calidad, como señala Ampuero, son capaces de
    resonar en cualquier lector.
  3. Fomentar el debate y la interpretación colectiva
    Organizar debates en clase sobre los significados de los textos, permitiendo que los
    y las estudiantes compartan sus interpretaciones y opiniones. Este enfoque respeta la diversidad de lecturas y refuerza la idea de que la literatura es un diálogo abierto, no un monólogo pedagógico.
  4. Incorporar dinámicas lectoras que conecten la literatura con la vida cotidiana Invitar a los y las estudiantes a vincular las historias leídas con sus propias experiencias o temas actuales. Por ejemplo, preguntar: ¿Qué elementos del libro te
    recuerdan algo que hayas vivido? ¿Qué cuestiones universales aborda la obra?
  5. Promover la autonomía lectora
    Crear espacios para que los estudiantes elijan sus propios libros, ya sea de las
    bibliotecas áulicas como de las escolares y familiares.
  6. Utilizar tecnologías digitales para enriquecer la experiencia literaria
    Incorporar herramientas digitales, como audiolibros, blogs de lectura o plataformas
    interactivas, para expandir las formas en que los estudiantes pueden interactuar con los textos.
  7. Evaluar de manera formativa y participativa
    Diseñar evaluaciones que valoren la interpretación personal, la creatividad y la
    conexión con el texto, en lugar de centrarse exclusivamente en aspectos mecánicos como el análisis gramatical.
    Estas propuestas, entre muchas otras,buscan que las “Gracielitas” que habitan nuestras aulas mantengan y profundicen su amor por la literatura, cultivando una relación estrecha y significativa con los textos.
    Para terminar este artículo , volvemos a citar a Delia Lerner en una síntesis de lo que creemos que debe ser la enseñanza de la literatura en nuestras escuelas :
    “Lo necesario es hacer de la escuela una comunidad de lectores que acuden a los textos (…) deseando conocer otros modos de vida, identificarse con otros autores y personajes o diferenciarse de ellos, correr otras aventuras, enterarse de otras historias, descubrir otras formas de utilizar el lenguaje para crear nuevos sentidos…”

    Los invitamos a visitar MB Consultora Educativa, donde van a encontrar material para seguir profundizando sobre estos temas .