Por: Maximiliano Catalisano

Hablar de educación en Jujuy es hablar de identidad, territorio y transformación. Es una provincia con paisajes únicos, tradiciones fuertes y una historia que atraviesa sus aulas todos los días. Desde el norte puneño hasta las zonas más urbanas, la escuela jujeña enfrenta retos particulares que no siempre se visibilizan a nivel nacional, pero que merecen un espacio propio en la conversación educativa. ¿Qué pasa con los recursos? ¿Qué rol tienen las familias y los docentes? ¿Cómo se conectan las políticas con lo que pasa en el aula? Este artículo recorre esas preguntas desde una mirada constructiva, actual y arraigada al contexto.

Uno de los aspectos más notables de la educación en Jujuy es su diversidad geográfica. No es lo mismo enseñar en un paraje aislado a cinco horas de caminata que en una escuela céntrica de San Salvador. Esta variedad obliga a pensar propuestas flexibles, capaces de adaptarse a ritmos y realidades muy distintos. Pero también abre la puerta a enfoques pedagógicos más creativos, basados en el entorno natural, la cultura local y la participación de la comunidad.

La formación docente ha tomado fuerza en los últimos años. Con institutos de formación ubicados estratégicamente en la provincia, se busca fortalecer el trabajo de quienes están en el aula desde una mirada que contemple lo cultural, lo lingüístico y lo emocional. Aun así, los desafíos persisten: faltan herramientas tecnológicas, conectividad en ciertas zonas y mayor acompañamiento para las trayectorias escolares que se ven interrumpidas por migraciones, trabajo rural o contextos económicos complejos.

En los últimos años, Jujuy ha impulsado experiencias de innovación que merecen ser seguidas de cerca. Desde proyectos de robótica hasta el uso del cannabis medicinal en educación técnica, la provincia ha puesto en agenda nuevas temáticas que abren debates interesantes. También hay una revalorización de saberes ancestrales que se trabaja desde programas específicos, donde las escuelas dialogan con pueblos originarios y rescatan sus voces como parte del conocimiento.

El vínculo entre escuela y comunidad en Jujuy es un pilar central. Las familias participan activamente en muchas instituciones, especialmente en zonas rurales donde el tejido social se construye con la escuela como punto de encuentro. En estos contextos, la educación no solo transmite contenidos, sino también valores, pertenencia y sentido de grupo.

La educación en Jujuy es mucho más que datos y estadísticas. Es una red de experiencias, desafíos, recursos humanos comprometidos y decisiones que impactan en el día a día de miles de estudiantes. Con sus tensiones y logros, con sus urgencias y sus apuestas de futuro, invita a mirar con atención una realidad que también construye el mapa educativo del país.