Por: Maximiliano Catalisano

Hay una pregunta que puede cambiar por completo la forma de planificar en el aula: ¿esta actividad permite que todos los estudiantes participen y aprendan, cada uno desde su manera de estar y comprender el mundo? Cuando se parte de esa inquietud, el diseño de actividades deja de ser una tarea técnica para transformarse en una decisión pedagógica profunda que tiene en cuenta la diversidad como punto de partida y no como un problema a resolver.

Pensar en actividades inclusivas no significa hacer todo distinto para cada estudiante, sino ofrecer propuestas que contemplen múltiples formas de acceso al conocimiento. Esto implica variar consignas, formatos, materiales y tiempos. No se trata de “bajar el nivel”, sino de generar diferentes caminos para llegar al mismo contenido. Hay quienes necesitan imágenes, otros se orientan mejor con el audio. Algunos prefieren trabajar solos y otros necesitan hacerlo en grupo. Reconocer esas diferencias permite anticipar barreras y abrir posibilidades.

El uso de apoyos visuales, organizadores gráficos, consignas claras y secuenciadas, rúbricas accesibles o herramientas digitales adaptables puede marcar una gran diferencia. Pero más allá de los recursos, lo fundamental es la intención pedagógica que los sostiene. Incluir no es solo incorporar, sino generar condiciones reales para que todos puedan estar, participar y aprender.

El trabajo en equipo entre docentes también enriquece este proceso. Compartir experiencias, pensar en conjunto, observar lo que sucede con diferentes propuestas permite ajustar y mejorar continuamente. Además, escuchar a los propios estudiantes, registrar cómo responden ante distintas actividades, también es una fuente valiosa de información para seguir construyendo una enseñanza más abierta.

Diseñar actividades inclusivas es una forma concreta de hacer escuela para todos. Una escuela que no pregunta “quién puede” sino “cómo hacemos para que todos puedan”. Porque cuando el aula se piensa desde la diversidad, gana la enseñanza, gana el grupo, y sobre todo, gana cada estudiante.