Por: Maximiliano Catalisano
Suele ser un tema incómodo, pero necesario de hablar en las escuelas: qué hacer cuando un docente no cumple con la planificación. Esta situación genera tensiones en los equipos de conducción, en las familias que consultan por el avance de sus hijos y en los propios docentes que asumen las horas en el aula al encontrarse con cursos desorganizados o contenidos que no fueron abordados. Actuar a tiempo no significa exponer ni sancionar de inmediato, sino analizar, comprender las causas y tomar decisiones que permitan resguardar el derecho de los estudiantes a aprender. Conversar sobre este tema nos ayuda a fortalecer las prácticas cotidianas, clarificar roles y evitar que la falta de cumplimiento afecte a los grupos escolares y al trabajo del resto del equipo docente.
Cuál es el rol del directivo ante la falta de cumplimiento
El equipo directivo tiene la responsabilidad de acompañar las prácticas docentes, supervisar el desarrollo de las propuestas pedagógicas y garantizar la continuidad de las trayectorias escolares. Cuando se detecta que un docente no cumple con la planificación, el primer paso es verificar con claridad la situación, utilizando registros de planificación presentados, actas de reuniones de departamento, cuadernos de comunicados o cuadernos de los estudiantes, según el nivel.
Una vez verificada la situación, es importante generar un espacio de conversación con el docente para comprender las causas que motivaron el incumplimiento. Muchas veces pueden existir dificultades personales, problemas de salud, falta de recursos o desconocimiento de cómo planificar adecuadamente. Otras veces se trata de situaciones vinculadas con la organización del tiempo o con la falta de compromiso con las tareas de la función docente. Conocer las causas permite al directivo tomar decisiones ajustadas a cada caso.
Acompañamiento y diálogo como primer paso
El diálogo debe ser el primer recurso ante estas situaciones. Generar una reunión privada, plantear de forma clara las observaciones sobre la falta de planificación y escuchar al docente es clave para iniciar un proceso de acompañamiento. En algunos casos, el docente podrá presentar la planificación pendiente en un plazo breve o reajustar lo que no se está cumpliendo en las aulas. El acompañamiento puede incluir la orientación del equipo directivo sobre cómo planificar de forma clara, priorizar contenidos y articular con la realidad del curso.
También es posible que se acuerde un seguimiento a través de observaciones de clase, revisión de cuadernos y encuentros periódicos para sostener la continuidad del trabajo pedagógico. Esta etapa es fundamental para que el docente sienta el acompañamiento institucional y se comprometa con la tarea de regularizar su planificación, siempre priorizando el aprendizaje de los estudiantes.
Cuando persiste el incumplimiento
Si a pesar de los diálogos y el acompañamiento, el docente continúa sin cumplir con la planificación, el equipo directivo deberá documentar cada instancia de conversación, las observaciones realizadas y las respuestas del docente. Este registro es necesario para resguardar el accionar institucional y para fundamentar decisiones futuras.
En estos casos, se pueden implementar medidas administrativas de acuerdo a la normativa vigente en cada jurisdicción. Esto puede incluir la elevación de informes a la supervisión, la elaboración de actas de notificación y, de ser necesario, el inicio de sumarios administrativos si corresponde según el estatuto docente de la provincia o el país. Es importante recordar que estas medidas no tienen como fin el castigo, sino garantizar el cumplimiento de las funciones y el resguardo del derecho de los estudiantes.
Impacto en los estudiantes y en el equipo
Cuando un docente no cumple con la planificación, los estudiantes son quienes se ven directamente afectados, ya que pierden oportunidades de aprender y de avanzar con los contenidos correspondientes a su año. Además, genera desorganización en el equipo institucional, ya que otros docentes deben reorganizar propuestas, acompañar a los estudiantes en temas que no se abordaron y explicar a las familias las medidas tomadas.
Por ello, es importante que las instituciones cuenten con acuerdos internos sobre el seguimiento de las planificaciones, estableciendo fechas de presentación, espacios de revisión y acompañamiento, para prevenir situaciones de incumplimiento. La claridad en los acuerdos institucionales favorece que cada docente conozca sus responsabilidades y fortalece la organización escolar.
La importancia de la planificación en la tarea docente
La planificación no es un trámite administrativo, sino una herramienta que orienta la tarea docente en el aula. Permite organizar los contenidos, prever las estrategias de enseñanza, anticipar actividades y seleccionar recursos que ayuden a que los estudiantes se apropien de los saberes. Cuando un docente planifica, puede evaluar de manera organizada, ajustar propuestas según el grupo y garantizar que los estudiantes tengan una trayectoria escolar continua.
Por ello, hablar de la importancia de la planificación en las reuniones de docentes, en las jornadas institucionales y en las formaciones de servicio contribuye a que la planificación sea comprendida como una herramienta de trabajo y no como una obligación aislada. Generar espacios de reflexión sobre cómo planificar de forma posible y ajustada al contexto ayuda a prevenir incumplimientos y favorece la mejora de la enseñanza.