Por: Maximiliano Catalisano

El primer día de clase es siempre especial. Es el momento de estrenar libros, útiles y reencontrarse con amigos, pero también puede ser un poco caótico si no se tiene todo lo necesario a mano. Una mochila bien organizada y completa garantiza que los niños comiencen el ciclo escolar preparado, evitando contratiempos y asegurando que puedan concentrarse en disfrutar y aprender. Saber qué útiles no deben faltar es clave para que inicio este sea exitoso y sin preocupaciones.

Lo esencial incluye lápices o lapiceras, borradores, reglas y sacapuntas, que suelen ser herramientas básicas para casi todas las actividades escolares. También es importante incluir cuadernos o carpetas según las indicaciones de la escuela. Tener una hoja con los materiales o las divisiones de las carpetas ayudará a los niños a mantener el orden desde el primer día. Además, no puede faltar el estuche, donde estos elementos estén al alcance para evitar que se pierdan o dañen.

Otro indispensable son los materiales de escritura y dibujo, como marcadores, crayones o lápices de colores, dependiendo de la edad y nivel escolar. Muchas actividades creativas se realizan durante los primeros días, y contar con estos elementos asegura que los niños puedan participar plenamente. Igualmente, las tijeras de punta redonda y el pegamento escolar suelen ser necesarios para tareas prácticas.

Es importante también prever artículos de higiene personal, como un paquete de pañuelos descartables, alcohol en gel o toallitas húmedas. Esto no solo ayuda a mantener la limpieza, sino que también inculca hábitos saludables desde pequeños. Además, incluya una botella de agua reutilizable y un snack saludable que les garantice energía para las actividades del día.

Finalmente, es esencial revisar las indicaciones específicas de la escuela, ya que algunas instituciones tienen listas personalizadas que pueden incluir elementos como carpetas de determinados colores, hojas específicas o materiales adicionales. Preparar la mochila junto con los niños no solo asegura que todo esté listo, sino que también los involucrados en la responsabilidad de organizarse para la escuela. Un inicio bien preparado marca la diferencia en la actitud y la confianza de nuestros hijos al comenzar un nuevo ciclo.