Por: Maximiliano Catalisano
Programar clases accesibles no es un agregado que se hace “si queda tiempo”, sino una forma de enseñar que incluye a todos, cuida los ritmos de aprendizaje y permite que cada estudiante encuentre un lugar en la clase. La accesibilidad en las clases no es solamente una rampa o una letra grande en un apunte, es una forma de pensar la enseñanza con la idea de que cada estudiante pueda aprender y participar de acuerdo con sus posibilidades, intereses y contextos. Si sentís que te falta claridad sobre cómo preparar clases accesibles, en esta nota encontrarás ideas concretas para planificar propuestas inclusivas que funcionen en el aula y no queden en un papel.
cuando programamos clases accesibles, el primer paso es conocer a los estudiantes. Esto implica identificar sus intereses, los recursos que tienen disponibles en casa, las ayudas que necesitan para comprender consignas y participar, y los ritmos de aprendizaje que presentan. Este conocimiento permite anticipar qué ajustes se pueden realizar en las actividades y materiales para que todos puedan acceder a la propuesta.
es importante utilizar consignas claras, con un lenguaje sencillo, evitando oraciones largas o con muchas ideas juntas. Las consignas pueden acompañarse de ejemplos, apoyos visuales o explicaciones orales adicionales, facilitando la comprensión de todos los estudiantes y reduciendo la ansiedad ante las actividades.
el uso de recursos visuales, imágenes, videos, esquemas y organizadores gráficos es una estrategia que favorece la accesibilidad. Muchos estudiantes comprenden mejor los contenidos cuando se les presenta información de forma visual o cuando se combinan distintos modos de presentación, como explicaciones orales con imágenes de apoyo.
la planificación de clases accesibles requiere ofrecer diferentes formas de participación. Algunos estudiantes pueden preferir escribir, otros expresarse oralmente, otros dibujar o utilizar tecnología para registrar sus producciones. Ofrecer estas posibilidades en las consignas permite que cada uno encuentre un canal para mostrar lo que sabe y para involucrarse en la actividad.
es útil fragmentar las tareas en pasos pequeños. En lugar de pedir una actividad larga o compleja en un solo paso, se puede dividir en partes, explicando cada una y verificando la comprensión antes de continuar. Esto ayuda a los estudiantes a organizarse y a mantener la motivación.
en la programación de clases accesibles es importante prever tiempos de trabajo flexibles. Algunos estudiantes requieren más tiempo para completar actividades, por lo que es clave contemplar esta variable en la planificación, evitando situaciones de presión que generen frustración.
considerar la accesibilidad implica también revisar los materiales que se utilizan. Se pueden preparar textos con letra clara, buen contraste y espacio suficiente entre renglones. También se pueden ofrecer audios o videos que expliquen los contenidos, permitiendo que los estudiantes accedan a la información de diferentes maneras.
el uso de tecnología es un aliado para la accesibilidad en las clases. Existen aplicaciones y programas que permiten adaptar materiales, generar presentaciones accesibles y ofrecer apoyos específicos a estudiantes que lo requieran. Sin embargo, es importante recordar que la tecnología no reemplaza la planificación ni el acompañamiento docente, sino que es una herramienta que complementa las propuestas.
al programar clases accesibles es importante pensar en actividades que permitan distintos niveles de complejidad. Esto significa que la misma consigna pueda resolverse de diferentes maneras según las posibilidades de cada estudiante, permitiendo que todos participen y aprendan a su ritmo.
la comunicación con las familias es un aspecto clave en la planificación de clases accesibles. Informar a las familias sobre las actividades, las formas de participación y las ayudas que se pueden brindar en casa favorece la continuidad de los aprendizajes y genera un acompañamiento compartido.
las clases accesibles también requieren un espacio de retroalimentación constante. Escuchar a los estudiantes sobre cómo se sintieron con las actividades, qué dificultades encontraron y qué les resultó más sencillo permite ajustar las propuestas y mejorar cada clase.
programar clases accesibles es una decisión pedagógica que refleja el compromiso con el derecho a la educación de cada estudiante. No se trata de “bajar el nivel”, sino de ofrecer las condiciones necesarias para que todos puedan aprender y participar de manera real, cuidando la autoestima, la curiosidad y las ganas de aprender de cada uno.
la accesibilidad en las clases no se logra de un día para el otro, pero cada pequeño ajuste suma y marca la diferencia. Cuando los estudiantes sienten que las propuestas están pensadas para que ellos puedan participar y aprender, se fortalecen los vínculos, se genera confianza y se construye una experiencia escolar significativa.
la programación de clases accesibles es un paso hacia una escuela donde cada estudiante encuentre un lugar, pueda aprender y se sienta parte de la comunidad. Es una forma de enseñar que no deja a nadie afuera y que reconoce que todos tienen derecho a aprender, cada uno a su manera y con sus tiempos.