Por: Maximiliano Catalisano
Revisar trabajos en formato digital puede ser una tarea desafiante, sobre todo cuando se vuelve necesario confirmar que el contenido sea original. El aumento del uso de internet y de la inteligencia artificial hace que sea cada vez más fácil copiar, pegar o parafrasear sin citar. Pero también es cierto que existen herramientas gratuitas o accesibles que pueden ayudarte a revisar estos trabajos de manera ágil y con buenos resultados. La evaluación en entornos virtuales no tiene por qué ser una carga extra si contás con los recursos adecuados.
Una de las herramientas más conocidas para detectar plagio es Plagiarism Checkerde Grammarly, que permite identificar coincidencias en textos con solo copiar y pegar el contenido. Otro sitio bastante utilizado es Small SEO Tools, que tiene una opción específica para comparar textos y encontrar similitudes con la web. Ambas opciones son fáciles de usar y no requieren registro. Si necesitás algo más específico, Turnitin sigue siendo una alternativa sólida, aunque en general requiere suscripción institucional.
Urkund y Quetext también son herramientas recomendadas, sobre todo si trabajás en contextos donde se espera mayor formalidad o si necesitás analizar documentos más extensos. Estas plataformas no solo detectan fragmentos copiados, sino que también ofrecen informes que podés compartir con tus estudiantes para fomentar la mejora de sus producciones.
A la hora de corregir, muchas veces no alcanza con saber si el texto es original. También hay que evaluar la claridad de la redacción, el uso adecuado de fuentes, la organización de ideas y la comprensión del tema. En este punto, herramientas como Google Docs, con su sistema de comentarios y sugerencias, resultan muy útiles. También podés sumar extensiones como Kaizena o usar Loom para grabar devoluciones orales rápidas que le den a tu evaluación un tono más cercano.
Si te interesa una revisión integral, Scribbry PaperRater permiten analizar ortografía, gramática, citas y estilo. Son especialmente útiles cuando se trata de trabajos largos o informes académicos. También podésincorporar rúbricas simples en formularios digitales para evaluar varios criterios sin perder tiempo armando tablas complejas.
Detectar plagio y evaluar trabajos digitales no se trata solo de encontrar errores. Es una oportunidad para enseñar buenas prácticas de escritura, promover la honestidad académica y fortalecer la relación entre el docente y el estudiante. Con algunas herramientas y una planificación clara, es posible transformar esta tarea en una instancia de aprendizaje genuino.