Por: Lic. Soledad R. Moreno

Nos convoca un nuevo cierre de Ciclo Escolar, y la realidad para mi es que estamos empezando una nueva posibilidad en la Gestión  de la escuela, que permite detenernos, reflexionar acerca de lo recorrido entre la distancia, de lo planificado y lo logrado. Entendiendo que gestionar es “transformar las ideas en actos, planificar para que las acciones se cumplan, confrontar a la gestión con los resultados que se alcanzan”. (Blejmar).

Es una etapa de hacerse cargo de los resultados y vislumbrar los escenarios que requieren cambiar, yaquellos a los cuales hay que fortalecer, desde los aprendizajes, la enseñanza, la evaluación, los vínculos, los lazos institucionales e interinstitucionales.

Es un buen momento para interrogarnos, ¿Dónde estamos como escuela?, ¿Cómo estamos? ¿Qué caminos elegimos para llegar hasta acá? ¿Estamos donde nos propusimos llegar? ¿Qué acciones deberíamos haber hecho y no hicimos? ¿Es posible pensarlas para el próximo año escolar?

Este momento, también es fundamental para todos los miembros de una comunidad educativa, y requiere de una comunicación asertiva en relación a la información pedagógica que se elabora en la escuela, sobre trayectorias específicas, las que requieren ser miradas con especial atención, actividades que convocan familias, muestras pedagógicas, cierres de proyectos, propuestas en el marco de la articulación “entre”  escuelas, y todas aquellas, donde la palabra amorosa y cuidada, cobra sentido, en cada decir de la institución.

Esta etapa nos invita a pensar una serie de acciones en el marco de la escuela que queremos ser, y que serán los trazos de nuevos  rumbos que debieran ser parte de la actualización del proyecto institucional.

Destaco las siguientes acciones posibles:

Equipo de conducción institucional: Revisar datos cuantitativos y cualitativos en clave pedagógica.

Equipos docentes: Exponer y proponer un intercambio acerca de lo trabajado, sobre las prácticas de enseñanza,dar lugar a  conversaciones pedagógicas entre docentes, en términos de contenidos curriculares, vínculos con el aprendizaje, enfoques pedagógicos.

Estudiantes: Generar espacios de participación, donde puedan expresar, como se sintieron respecto a su tránsito escolar, en relación a lo se enseña, a lo que aprendieron, a lo que esperan de la escuela que habitan.

Es necesario sistematizar cada encuentro como memoria pedagógica e insumo de análisis, que pueda RETOMARSE como prioritario en la elaboración de la agenda de inicio del año venidero, para diseñar y proponer dispositivos que tengan como propósito fundamental la atención de las problemáticas que resultaron de la reflexión colectiva, las   dificultades y cuestiones en las que hay que focalizar del entramado social en términos de mejora.

Una  escuela que se piensa, que visibiliza sus problemáticas, que las reconoce y acciona para mejorar, es la escuela que cada estudiante se merece.