Por: Gabriela Muller
En este artículo vamos a desarrollar algunos conceptos extraídos de varios escritos de Patricia Maddoni, quien es magíster en Psicología Educacional por la Universidad de Buenos Aires,investigadora y profesora en institutos de formación docente. Cuenta con una larga trayectoria en la coordinación de proyectos de política educativa dedicados a temas de igualdad e inclusión y sus textos están incluidos en la bibliografía requerida para las Pruebas de Selección y Concursos para cargos jerárquicos en provincia de Buenos Aires.
Maddoni sostiene que el concepto de «trayectoria escolar» se refiere al recorrido, no siempre lineal, que los estudiantes realizan durante su escolaridad. Este trayecto incluye momentos de articulación entre niveles del sistema educativo y conexiones con otros contextos sociales. Por ello, es esencial que las instituciones educativas, bajo la guía de los directivos, construyan relaciones puente que vinculen los saberes adquiridos en la escuela con aquellos desarrollados en otros espacios comunitarios y sociales.


Construyendo tramas sociales y educativas
Una trayectoria escolar no se limita a la experiencia dentro de las aulas. Participar en espacios sociales, recreativos y de formación comunitaria enriquece el aprendizaje. Es fundamental reconocer que, aunque un estudiante pueda estar ausente de la escolaridad formal por largos períodos, su formación puede continuar en otros ámbitos. En este contexto, el rol de los directivos es necesario para:
● Fomentar la articulación con otras instituciones.
● Planificar acciones socioeducativas con las familias.
● Implementar políticas de reingreso escolar.
● Ofrecer alternativas para estudiantes en situación de sobreedad.
● Establecer condiciones que fortalezcan la continuidad de la asistencia escolar.
Vamos a explicar con mayor detalle cada una de esas acciones:
El trabajo articulado con la comunidad
El apoyo de la comunidad es fundamental para acompañar las trayectorias escolares. Instituciones religiosas, organizaciones voluntarias y asociaciones estudiantiles suelen ofrecer apoyo escolar en horarios extraescolares, complementando el trabajo de la escuela. La función directiva puede potenciar estas iniciativas mediante:
● Creación de espacios de trabajo compartido.
● Sugerencia de bibliografía y contenidos relevantes.
● Facilitación del acceso a recursos escolares, como bibliotecas.
● Reuniones periódicas para evaluar avances y dificultades de las y los estudiantes.

La participación en estas actividades permite que los docentes y directivos amplíen su comprensión sobre las capacidades de los estudiantes, especialmente aquellos que enfrentan dificultades en el ámbito escolar.


Reingreso escolar: un desafío compartido
Las políticas de reingreso buscan reincorporar a aquellos estudiantes que han interrumpido su escolaridad debido a situaciones de vulnerabilidad social. Para que estas políticas sean efectivas, es necesario que cada escuela adopte una postura institucional clara. Esto incluye:
● Identificar y buscar a estudiantes ausentes.
● Diseñar estrategias pedagógicas inclusivas.
● Definir mecanismos para recibir y acompañar a los estudiantes que reingresan.
● Crear agrupamientos específicos y secuencias didácticas adaptadas.


Continuidad y memoria pedagógica
Uno de los aportes más valiosos que los directivos pueden realizar es garantizar la continuidad en las propuestas de enseñanza. Esto implica:
● Registrar y preservar la memoria pedagógica de la institución.
● Evitar comenzar cada año desde cero, acumulando conocimientos y experiencias.
● Diseñar secuencias de trabajo que se ajusten progresivamente a las necesidades de
los estudiantes.


La asistencia como compromiso colectivo
La discontinuidad en la asistencia escolar representa uno de los principales factores que afectan las trayectorias escolares. Por ello, es fundamental que la escuela trabaje junto con la comunidad para visibilizar y abordar esta problemática. Algunas estrategias incluyen:
● Realizar un seguimiento atento de las inasistencias.
● Impulsar acciones territoriales y colectivas para garantizar la asistencia.
● Generar espacios de diálogo con las familias para acordar responsabilidades y
compromisos.

Según Patricia Maddoni , el acompañamiento de las trayectorias escolares requiere un esfuerzo conjunto entre la escuela y la comunidad. Escuchar y valorar las iniciativas comunitarias, planificar acciones socioeducativas y garantizar la continuidad pedagógica son estrategias recomendadas para propiciar trayectorias educativas enriquecedoras y sostenibles. La función directiva juega un papel fundamental en la articulación de estos esfuerzos, consolidando una red de apoyo que permita a cada estudiante desarrollar su potencial y alcanzar una educación integral.

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